Claridad = Conversión
Hay un elemento en los anuncios online que destaca por encima de los demás a la hora de convertir: la claridad.
A menudo vemos anuncios donde el usuario no sabe qué hacer o, al menos, no se lo ponemos fácil para que actúe de la manera en que esperamos o queremos. Esto mata las conversiones.
Os dejamos tres consejos para mejorar esto.
A menudo nos realizan una pregunta sobre los anuncios, especialmente en Facebook Ads y Google Ads, que se repite más que el resto de preguntas:
Si pudieras decir UNA cosa que nos pudiera ayudar a hacer que nuestros anuncios sean más rentables, ¿cuál sería?
Existen multitud de elementos que hacen que una campaña sea rentable o no pero, si tuviera que decidirme por uno, ese sería la claridad.
Como hemos tratado multitud de veces, en SHUMAIA somos muy fans de lo sencillo (que no simple). Es la búsqueda de la sencillez lo que lleva un gran esfuerzo, pues como decía Da Vinci:
La simplicidad es la máxima sofisticación
Pero, ¿qué significa esto en cuanto a publicidad?
Hemos analizado millones y millones de clics en anuncios y cientos de miles de ventas y resultados y hay un patrón que destaca por encima del resto: los anuncios que transmiten el valor de manera más clara tienen los mejores ratios de conversión y generan más dinero.
Todas y cada una de las veces.
¿De qué manera puedo aportar claridad en mis anuncios?
Dependiendo de la plataforma de publicidad donde estemos realizando la campaña, podremos manejar unos elementos u otros. Pero, hablando de manera general, podemos aplicar la claridad a todos esos elementos: desde la imagen, al título, al texto del anuncio.
Algunos consejos pueden ser:
Lenguaje
Simplifica el lenguaje para que lo pueda entender un niño.
Esto no significa hacer un texto insulso o estúpido, ni que nosotros lo seamos. Muchos estudios demuestran el ser humano promedio utiliza un lenguaje muy simple en su día a día, muy alejado de la imagen que podemos tener nosotros mismos.
No es que seamos tontos, es pura evolución. Vivimos en una época donde nuestro cerebro está sobreestimulado. Para ser más eficiente a la hora de vivir, nuestro cerebro encuentra maneras de silenciar "el ruido" de las cosas no importantes.
Una de las maneras en que hace esto es ignorando las cosas que son demasiado complejas o que llevan demasiado tiempo.
No queremos invertir esfuerzo en descifrar cosas que nos puedan resultar poco útiles, ¡especialmente si es un anuncio que está intentando vendernos algo!
Piensa en ti mismo, ¿cuántas veces has parado ante un anuncio, has visto cualquier cosa que te costaba descifrar de un vistazo y has continuado con tu actividad previa? A mí me pasa todo el rato.
¿Compras a través de esos anuncios? Probablemente no, y tus clientes tampoco.
Consejo #1: revisa los títulos y textos de tus anuncios, de tus landing pages, y simplifica su lenguaje y estructura.
Mensaje y valor
¿Se entiende fácilmente tu oferta? ¿Tengo claro qué la hace única de un vistazo?
Es otro punto que suele fallar mucho en los anuncios online o SEM: tenemos un buen producto, una buena marca, SEO, anuncios, de todo... Pero cuando un usuario nos ve, no sabe por qué somos tan especiales (y no se va a molestar en averiguarlo).
La oferta y el valor que ofrecemos han de ser claros.
En la cabeza del consumidor, existen muchos productos y servicios iguales al nuestro, ¿por qué debería comprarnos a nosotros y no al de al lado?
Si no conseguimos romper esa barrera de manera sencilla, no lo vincularemos con nosotros y no nos comprará.
Consejo #2: transmite de manera clara qué te hace diferente.
Diseño y acción
Un buen diseño es el que cumple la función principal, sin distracciones innecesarias.
Tras analizar anuncios y sitios web cada día, vemos los mismos errores repetidos una y otra vez:
- Anuncios complejos donde no sé qué tengo que hacer o donde hacer clic.
- Páginas con multitud de elementos en ella que me distraen de lo principal.
Piensa en Google y su página de búsqueda: ¿tienes dudas de qué se espera que hagas allí? Seguramente no.
Cuando la acción que queremos que se tome está clara y con un acceso fácil, aumentamos las posibilidades de que se tome dicha acción.
Esto implica saber dónde poner los enlaces, los botones de acción, con qué textos, con qué colores, ... Todo lo que pueda ayudar a que el usuario no se pierda y sea dirigido hacia esa acción.
Esto no significa bombardear a nuestro cliente gritándole "¡Clic aquí!", "¡Ahora!", "¡Oferta limitada!", "¡Pulsa para acceder!".
Consejo #3: recuerda, no me hagas pensar.
Conclusión
En un mundo donde cada vez estamos expuestos a más estímulos, la sencillez gana de nuevo a lo complicado.
Hemos de encontrar maneras de transmitir aquello que queremos y tiene valor de una manera en que el receptor pueda ser más susceptible de interiorizarlo y actuar.
¿Quieres mejorar resultados aplicando claridad? Hablemos.